Los valores y anti
valores que quedan reflejados en esta serie surgen mayoritariamente de su
protagonista, Tony Soprano (James Gandolfini), respetable vecino y padre de
familia cuya profesión no es otra que la de capo mafioso. Lo interesante de Los
Soprano es su realismo, el poder contemplar justamente esto, la vida de un
hombre dedicado a sus dos familias, y los distintos comportamientos del
personaje en cada ámbito.
Tony Soprano encarna el
ideal de los antiguos valores, aquella época en la que los hijos respetaban a
sus padres y los hombres eran tipos duros, leales y eficaces en su trabajo. Sin
embargo, lo que Tony se encuentra en el mundo exterior simboliza todo lo
contrario; falsedad, caos y desobediencia. Esto provoca un choque con sus
creencias y le hace sentirse desplazado, hundido.
Precisamente por eso,
es en el mundo interior de Tony Soprano, es decir, en su trabajo, donde se
siente cómodo, ya que es aquí donde puede ejercer un control absoluto sobre las
personas que le rodean y donde se sostienen aquellos valores con los que ha
crecido. Porque si hay algo inviolable para un italiano, es mantener las
enseñanzas y la tradición familiar.
En este aspecto podemos
encontrar un valor ético importante que merece mención, y es que a pesar de
recurrir al asesinato, la extorsión y el robo, el objetivo final que este
peligroso mafioso pretende es digno, busca proteger y cuidar de su familia,
proporcionándoles lo mejor posible. Por eso se puede empatizar con el personaje
¿Qué marido o padre no quiere lo mejor para su familia?
En el primer capítulo de la serie observamos este anhelo familiar gracias a
un ejemplo en forma de metáfora. Tony ve cómo una bandada de patos que
se había asentado en su piscina se va volando, continuando con su migración y
dejándole solo. En ese momento el personaje queda aturdido e indefenso, porque
esos patos representan en su subconsciente la pérdida de la familia.
Por otra parte, Tony
Soprano es también el ejemplo de un hombre de negocios emprendedor que ejerce
la labor de jefe con disciplina y sesera, negociando cuando es posible. Como
mafioso que es, se mueve en un oficio cruel que se aprovecha del sistema, trata
con lo peor de la sociedad y es una pieza importante que actúa en un tablero
peligroso, con reglas mortales.
Todos estos elementos
son aceptados, incluyendo el riesgo constante a ser detenido o asesinado a
sangre fría. Tony Soprano vive en un mundo de violencia porque lo considera
necesario, porque no conoce otra cosa, se ha criado en la delincuencia y los
ejemplos que ha tenido desde su niñez han sido personas amorales en muchos
sentidos.Esto también se revela
visualmente en un capítulo en el cual Tony rememora su infancia con su padre y
su tío, ambos delincuentes de barrio, amables con sus vecinos y paisanos, a la
par que violentos recaudadores.
La doble personalidad
que el personaje ofrece le lleva en ocasiones a contradecirse y a desesperarse,
convirtiéndole en un cínico con debilidades. Esta hipocresía tiene un efecto
reflejado en la serie, podemos comprobar cómo cada decisión tomada afecta a la
salud mental de Tony, quien tiene que refugiarse más de una vez en fármacos y
en sesiones de terapia para no desmoronarse.
Pero no todos son
penurias en el día a día de este protagonista. Tony Soprano vive como un rey,
es intocable en muchos aspectos, está rodeado de lujos y privilegios, aunque
también de responsabilidades. Esta situación de superioridad le permite acceder
fácilmente a ciertos vicios, y es que el poder corrompe. Porque si hay algo
humano en los personajes de esta serie, son sus vicios y sus defectos.
La familia tampoco es inocente
del todo. Nos encontramos con una mujer fiel y devota que cuida de sus hijos,
lee, es tolerante y tiene un gran sentido moral, pero que a la hora de la
verdad, deja todas estas cualidades a un lado cuando el dinero está de por
medio, prefiriendo no cuestionarse su procedencia.
A pesar de todo, sí hay
una rectitud en la serie, personificada en la doctora Melfi, la psiquiatra de
Tony. Esta mujer simboliza la bondad, es una mano salvadora que intenta
rescatar al mafioso de los pecados y guiarle por el camino de una ética
redentora, porque nunca es demasiado tarde para aprender de nuestros errores.
Su misión consiste en limpiar la mente y el alma sucia del capo, aliviando su
fatiga y obligándole a expresar sus auténticos sentimientos. Si bien sólo
consigue a medias su propósito, las conversaciones privadas entre estos dos
personajes es posiblemente uno de los mayores encantos de la serie.
La conducta del jefe
criminal seguirá siendo despreciable, aunque se podrá notar en el personaje un
ligero cambio, una mayor preocupación y profundidad en sus razonamientos, e
incluso una inquietud existencialista. La excusa en la que se ampara para
justificar lo que hace es el famoso código de honor no escrito que marca las
relaciones en la mafia “Somos soldados y los soldados no van al infierno. Es la
guerra y los soldados matan a otros soldados. En la situación en la que estamos
todo el mundo implicado sabe qué hay en juego…es el negocio. Somos soldados.
Seguimos códigos”.
Para los seguidores de esta gran serie que estén interesados en el tema, les recomiendo encarecidamente el libro "Los Soprano y la filosofía" . Para terminar os dejo la pieza musical que da introducción a cada capítulo, el famoso tema "Woke up this Morning" del grupo americano Alabama 3.
Para los seguidores de esta gran serie que estén interesados en el tema, les recomiendo encarecidamente el libro "Los Soprano y la filosofía" . Para terminar os dejo la pieza musical que da introducción a cada capítulo, el famoso tema "Woke up this Morning" del grupo americano Alabama 3.
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